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martes, 11 de diciembre de 2012

Dalia Capitulo 1


En el siglo 18 imaginario la tecnología y la revolución industrial siguió otro rumbo. Las maquinas a vapor y el carbón fueron creciendo aun mas, las maquinas formaban parte de la vida del ser humano y estas eran creadas de sus propias manos.

debido a que las maquinas des empleaban a las personas, el vandalismo se vio como buena opción pero también se dio la posibilidad de legalizar a los caza recompensas que a pesar de ganarse mucho, no todos pasaban por los exámenes de reclutamiento.

los Caza recompensas llevaban siempre orgullosos consigo la medalla con las "CR" grabados en oro y rodeados de dos pergaminos.

cuando querías buscar trabajo, en distintas ciudades había un centro llamado "centro CR" al entrar estaban los bancos donde se daba la recompensa en dinero efectivo, la zona de encarcelamiento, la zona de objetos y el "mural de cabezas" como se solía decir, ahí estaban los nombres, una foto y la recompensa por lo que alguna persona desea recuperar.



Mi nombre es Dalia, tengo actualmente 17 años, a eso de los 10 años comencé con esta carrera por la vida, solo que hace cuatro años atrás se había legalizado.

soy huérfana, o por lo menos eso es lo que se, me crió la persona mas importante que he conocido, un mecánico inventor llamado "Willy el tuercas" ya que siempre iba con su equipo de llaves inglesas y restos de aceite en sus ropas. yo aprendí sus técnicas, el como reparar o inventar cosas.


eramos pobres, el alimento escaseaba y los trabajos también, al cumplir mis 10 años la vida me dio una bofetada y tuve que madurar rápido. Willy debía dinero, mucho para ser mas exactos a la realidad. un día golpearon nuestra puerta, aquel hombre de ojos azules, cicatriz en su mejilla derecha como si fuera el rastro de una sonrisa, si, lamentablemente le recuerdo bien.

-willy? willy el tuercas?- pregunto y su voz era tan ronca que aseguraría que parecía provenir del infierno-

-si, soy yo- dijo Willy con esa cara de viejo gordo y barbón.

-usted le debe a mi señor, creo que se ha metido en un gran embrollo amigo- el hombre dio un paso dentro de la casa, tubo que agacharse para entrar en la puerta, era un gigante.

-lo se, pero piedad, necesito mas tiempo- dijo ya sabiendo que era lo que se aproximaba.

recuerdo haber estado detrás de la puerta que daba hacia el dormitorio, lo mire asustada y el me lanzo una mirada para que me alejara.

-lo siento Willy, el tiempo ha acabado- aquel hombre saco de su bolsillo un cuchillo con mango violeta, lo que suelo recordarme la sangre de demonios.

willy ni siquiera grito, vi el cuchillo entrar en su cuello y salir desde el otro lado, la sangre salpico todo al ser retirada la cuchilla y aquel hombre se marcho, dejándome sola, sin ninguna explicación lógica de porque las personas mas buenas y amables morían.



ahora que estoy dejando mi ciudad natal dudo si mis oportunidades como caza recompensas serian mejores fuera.

-vamos Dalia, aquí ya no queda nada- dijo mi amigo lamiendo mi mano.

-quedan recuerdos- le dije

-los recuerdos están en tu corazón, ¿no es lo que me dices siempre?-

le sonreí, Losh siempre sabia hacerme volver a tierra, era mi mejor amigo y sin el aseguro que soportar estos 7 años hubiera sido imposible.



cuando comencé a buscar la forma de sobrevivir después de la muerte de Willy me aventure al bosque, buscaba todos los días Bayas, raíces, frutas o algún animal que pudiera casar para comer, gracias a eso me cree armas que facilitaban mi trabajo y mi protección. un día escuche un aullido lastimero, en cuanto corrí a buscar que había sido vi a Un lobo cachorro que había sido presa de una trampa para osos. su pierna derecha delantera se destrozo, al tratar de sacarlo lo calme pero el dolor le era tan insoportable que se desmayo y eso facilito mi trabajo, lo saque y con mis conocimientos pude crearle un implante metálico con el tiempo se acostumbro y se volvió mi mejor amigo dentro del bosque.

En ese tiempo ninguno se entendía al otro, pero eso cambio cuando en el bosque hayamos algo mágico.

un Hada estaba débil sobre unas ramas de arboles, subí a rescatarla pensando que era oro, en cuanto la sostuve en mi mano supe que era algo paranormal. nunca creí en las Hadas, en los magos ni siquiera el cielo o el infierno, pero al verla todas esas negaciones desaparecieron y comense a creer

en que el mundo era desconocido.

ayudamos a recuperarla, la alimentábamos con lo que ella nos decía que debía comer, la ayudamos a reparar sus alas y ella estuvo realmente agradecida.

nos dio unas extrañas gemas blancas, nos dijo que mientras las lleváramos puestas podríamos oírnos y entendernos.



Losh y yo hablamos como si nada, o por lo menos yo

quien no me avergüenzo de hablarle, es mi amigo y ambos cazamos por recompensas



-ya no nos queda nada Dalia- me volvió a recordar Loch haciéndome volver a tierra

-lo se- gruñí, odiaba mostrar tristeza -vamos, la siguiente ciudad esta a 5 horas-



nos fuimos de "Cleridem" de noche, llevaba mi mochila llena de privaciones de comida y los bolsos que Losh cargaba en los costados de su lomo llevaban nuestra carpa, frazadas y plantas medicinales.

mis armas estaban en sus fundas, preparada para atacar al primer ladrón que intentara asaltarnos, eran 4 cuchillas que sobresalían de mis muñecas hasta bajo mi codo, otras desde mi tobillo hasta mi rodilla, tan ocultas por unas bandas de cuero que nadie diría "mu" al darse cuenta.

-En cuanto lleguemos quiero un filete de buey- comento Losh rompiendo el silencio de nuestro camino.

-siempre pensando en comer- alegue

-si, pero si no fuera por lo que como no seria dos metros mas grande que tu, bueno cualquiera es mas grande que tu-

me detuve y lo golpe en la cabeza -no soy pequeña!!-

el río sacudiendo su cabeza.



volvimos al silencio, la luna llena alumbraba nuestro camino, a la lejanía se veía el humo del vapor de la locomotora, me lleno de nostalgia como los pinos se iban desvaneciendo con la neblina que comenzaba a bajar. me recordaba como estaba mi futuro impreso en esa visión nocturna, miraba hace unos segundos el bosque de pinos, mi objetivo de mi viaje, en cuanto la neblina decidió bajar se nublo todo, mi vista y mi decisión de seguir ¿era buena idea? nunca había salido de Cleridem, no sabia que habría mas allá de aquellos pinos y temía que todo lo que planeaba se fuera de mis planes.

-estas segura?- pregunto Losh

-de que?-

-de querer malgastar tu vida por una venganza?-

guarde silencio, jamas comprenderé como Losh sabia lo que pensaba

-si te sirve de consuelo, detrás de esos pinos hay un mundo que sera nuestro, te lo aseguro-

-por que tan seguro?- pregunte

-porque soy el rey! soy perfecto y en cuanto encuentre la forma de volverme humano gobernare el mundo y tu, querida seras mi ayudante-

-a, ¿acaso no valgo para gobernar a tu lado?- pregunte indignada

- no, no te sabes controlar, además nadie soporta tu mal humor-

-mal humor?!- lo golpe otra vez

-vez de que hablo?- siempre haces lo mismo! algún día te morderé la mano-

-ni te atrevas- le advertí y el río otra vez.

-me encanta cuando te enfadas- dijo de la nada.

vi como una nube de vapor salia de su nariz y me di cuenta que estábamos rodeados por las nubes.

nos detuvimos al mismo tiempo -es mejor acampar- dije y el asintió con la cabeza.

en unos cuantos segundos la carpa estaba armada, entramos dentro, ordenamos los bolsos. Losh se recostó y yo me acomode en su abdomen, acariciando su suave pelaje blanco, pronto se quedo dormido y por fin al oír su respiración calmada pude dormir yo.

jamas me gusto la sensación de que alguien que pueda estar cansado se esforzara mas que yo. siempre hacia dormir a Losh desde que era un cachorro.



esa noche helada la pase junto al cálido cuerpo de un lobo y nuestra caminata al día siguiente fue el camino mas fácil hasta la ciudad de "kallest".





Capitulo 1 : "los Gemelos perdidos"





-esta ciudad es algo aburrida- comento Losh mientras caminábamos por las calles de Killest, la gente nos miraba asustada, otras nos abrían el paso y otras mas aterradas huían de nuestra presencia.

-no es muy diferente de Cleridem- respondí, mas que nada refiriéndome a los principios de esta, cuando tubo que adaptarse a Losh, un lobo no era bien recibido en las calles de una ciudad.



-vamos a un centro CR antes de que saquen lanzas y me ataquen-dijo losh y se detuvo a mi lado.

no me gustaba montarlo, me hacia ver vulnerable y pequeña, pero al ver que algunos hombres venían por nosotros preparando sus lanzas me monte al lomo de Losh y este corrió por la calle.

la gente a nuestro alrededor nos miraba y nos gritaba maldiciones.
al cabo de una hora eramos prófugos, la gente nos seguía con palas o rastrillos.

-al parecer no somos bienvenidos- dijo Losh ya corriendo con la lengua afuera.

-busquemos el centro CR ahí estaremos a salvo.-

de entre las personas de la calle principal me llego una piedra al antebrazo abriendo mi cuchilla y siendo impulsada hacia afuera.

-Losh busca una calle mas pequeña!- le ordene y el lobo corrió mirando ambos lados.

las piedras me llegaron innumerables veces en mi espalda, las sentía revotar en mis armadura de plomo que me hice antes de salir de Claridem.

Losh dio la vuelta rápidamente hacia la derecha y salto un puesto de mercadería rompiendo todo al impulsarse con sus piernas traseras.

la multitud se airó mas pero no nos siguieron, un gran disparo se escucho en el aire y el silencio gobernó la zona.

-si son aliados no corran!- grito un hombre.

-detente losh- dije

-estas loca? y si es una trampa?- pregunto deteniéndose pero listo para volver a dar su carrera.

soy el guardador de paz de killest, no quiero hacerles daño al menos que se coloquen agresivos!- volvió a gritar.

-vamos losh, es un guardador de la paz, si vamos con el le explicaremos la situación-

losh me dirigió una mirada de desconfianza pero comenzó a caminar lentamente devuelta a la calle principal.

la gente volvió a darnos espacio, un hombre a caballo nos esperaba, era viejo, su barba estaba rasurada pero los vellos bancos le hacían notar que estaba ahí, nos acercamos con la cabeza agachada hasta llegar frente a el.

-somos Cazadores de Recompensas, simples Cazadores que decidieron probar suerte en otra ciudad- dije al mirarlo.

-ha si?, no eres muy pequeña para serlo?-

losh rio, pero nadie mas que yo pudo oírlo, lo golpe en las costillas con mi bota.

-mi edad no muestra mi falta de capacidad- dije

-muéstrame tu placa- dijo

-saque de mi bolsillo la placa de oro y la alce hacia el Guardador de la paz

-pudiste haberla falsificado- me dice y el caballo muestra el mismo enfado que el hombre refregando sus patas en el suelo de tierra.

-estaba buscando un Centro CR, si nos dirige ahí, vera mi titulo de inscripción- asegure.

el hombre dudo por unos segundos -vamos, frente a mi -

Losh comenzó a caminar frente al caballo

-eso estuvo cerca- dije con un alivio

-eso creo, el hombre a caballo impulsa inseguridad y miedo su aroma apesta- dijo losh

-al llegar al centro CR buscaremos trabajo y alquilaremos una habitación te parece?- le comente

-nos costara pero lo tendré de objetivo-

el hombre grito "a la derecha" y Losh doblo

-te has dado cuenta losh?- le pregunte al comenzar a mirar la zona a nuestro alrededor.

-las calles son de tierra, esta ciudad en si es pobre, no lo crees?-

-así veo... ¿crees que nos ira bien aquí?-

lo dude profundamente

-señor, aqui hay mas CR?- pregunte y el hombre me miro

-no muchos, siempre que vienen encuentran que las cabezas y recompensas no son para sus altos atributos- suspiro dándose un aire- son los primeros CR que llegan este año, y eso que estamos a finales de este-

-ya nos afirma CR- dijo Losh

yo asentí dándole la razón



llegamos al Centro de la CR, me baje de Losh y nos disponíamos

a entrar juntos.

-no amarraras a tu lobo?- me pregunto el Guardián bajando se su caballo.

-sabe comportarse- le asegure

-si entras ahí con él armaras otro jaleo, la gente odia los lobos aunque sean amaestrados.

losh gruño, no le gustaba que le dijeran "amaestrado".

- quédate aquí losh, arreglare este asunto y buscare un trabajo-

El guardián me hizo entrar a mi primero y me guío al centro de información de inmediato.

-hola jeff, que te trae a esta pocilga- pregunto el informante

-esta niña asegura ser CR, lleva una placa pero no se si sea real-

-así que una niña- dijo el informante interesado, se acerco a mi y su pestilente sudor me hizo revolverme el estomago.

-mi identificación es 77.3.2- dije tratando de no respirar

el hombre sonrío con unos dientes negros y amarillentos - lo buscare- dijo y nos dio la espalda para buscar en una pared con letras mi numero.

tras buscar y buscar palpando con su dedo las letras aseguro haberlo encontrado.

-eres Dalia Holson, hija de Willy Holson nació en Claridem,- se dio vuelta para mirarme- eres Hija de Willy el tuercas?- pregunto

el escuchar su nombre me dio una punzada en el pecho.

-si- le respondí

el hombre río exageradamente -pensaba que ese tipo moriría solo, y dime como es que ha dejado salir a una lindura como tu a aventurarse?-

-lo asesinaron hace 7 años- dije y incluso encontré dura mis propias palabras.

el hombre borro su sonrisa -oh, es una lastima...-

-tema superado, no quiero lastimas ni condolencias-

-eso me hace recordarlo, nunca admitiendo ni queriendo pedir ayuda, los Holson son unos putos Orgullosos- dijo y su horrible sonrisa reapareció.

-bien, ya puede irse Señor Jeff- le dije y el hombre asintió.

-no te metas en problemas jovencita, estaré vigilando a tu lobo-


Apenas Jeff se fue fui al mural de cabezas y note la realidad de la ciudad. "un cachorro perdido $2" “una mujer perdió su collar $1" la mayoría eran objetos perdidos.

-el mural no es como en Claridem ¿verdad?- pregunto el hombre

-solo hay cosas perdidas- dije

-este no lo he colgado pero tal vez te interese -me dijo entregando un cartel con la foto de dos niños iguales.

-me lo trajeron hoy en la mañana, es una triste noticia-

mire otra vez la imagen de los dos niños sonrientes en la foto y bajo de ellos estaba la recompensa "$100.000" -esta bien para empezar- dije aun que no muy conforme.

salí del centro y Losh me esperaba sentado junto a la puerta. -conseguiste algo?- pregunto

le mostré la hoja -lo mejor que pude encontrar, esta ciudad no solo es pobre es falta de trabajos para nosotros-

-entonces deberíamos irnos- comento Losh

-no, si seguimos no tendremos dinero para llegar a la otra ciudad-



comenzamos a caminar, la tarde nos golpeo y ya comenzaba a oscurecer.

-sera mejor que acampemos- me dijo losh -ya comenzaremos con el trabajo mañana-

mientras armaba la carpa losh había salido a dar su vuelta nocturna, siempre hacia lo mismo, se aseguraba que a nuestro alrededor no hubiera nada que podría hacernos daño, en cuanto volvió, llego mojado y se sacudió el agua frente a mi-

-idiota por que me mojas!?- hay un río mas allá, se amable conmigo y toma-

me entrego una de nuestras canastas con 4 salmones.

hicimos un fuego, no era problema ya que estábamos fuera de la ciudad. cocinamos nuestros salmones y nos sentamos a comer frente al fuego.

-Losh el único lobo que come pescado cosido- reí

-que tenga mejor paladar que otros es lo que me diferencia- dijo y ya su insignia de orgullo resplandecía en su peludo pecho.

- por donde piensas comenzar a buscar a los críos?- pregunto Losh

-empezar por la madre, esta claro no? en momentos así debe de saber donde fue el ultimo lugar donde los vio-

-deberíamos ir a los bares, son una fuente de información muy buena-

Losh tenia razón pero algo me decía que resultaría difícil ya que aparento tener menos que 17.

nos quedamos junto a la hoguera hasta que esta se apago sola mirando las estrellas sin decir nada por largo rato.

-si me perdiera me buscarías?- me pregunto Losh

-nunca te perderías losh- reí

-pero y si me secuestran?-

-quien te querría secuestrar? das miedo a todos- volví a reír y esta vez lo mire, estaba serio.

- hablo en serio, si ya no estuviera a tu lado, me buscarías? -

quede pasmada, no por la pregunta si no de quien provenía.

-claro que si Losh- dije

-enserio?-

-si, somos amigos y yo jamas te dejaría solo si necesitaras mi ayuda-

sus ojos sonrieron y movió la cola agitada mente.

se levanto y se estiro bostezando- es mejor ir a dormir- dijo y ambos entramos en a carpa.



el día siguiente preguntamos en los bares, en los almacenes y en algunas casas hasta dar con la madre de los gemelos.

por motivos de que las personas temían a losh decidimos que el volvería a la carpa a esperarme, así que tome mi mas firme valor y astucia para enfrentarme a alguien que posiblemente no estaba dispuesta a ayudar.

camine a la casa echa de madera vieja, golpee la puerta y espere que alguien abriera.

-si?- dijo una voz

me di un paso atrás y mire hacia el segundo piso, una mujer me miraba desde una ventana.

-busco a Romane- dije recordando el nombre de la madre de los gemelos

-no queremos visitas!- se escucho la voz desde adentro de la casa.

-lo siento- dijo la mujer de la ventana,-entenderá lo complicado que esta todo-

he visto el cartel en el centro CR, solo quiero ayudar- dije mostrando el cartel desplegado.

la mujer entro y luego salio por la puerta.

-valla, una Caza Recompensas?- pregunto nerviosa arreglándose el cabello que tenia desparramado

-mi nombre es Dalia Holson- mostré mi placa y la guarde.

-no eres muy pequeña para un trabajo de hombres?- pregunto la mujer tras el hacerme pasar a la casa.

-mi edad y mi genero no muestra mi falta de capacidad- dije

La casa era realmente pobre, pero las divisiones eran por cortinas, el suelo estaba alfombrado y de las paredes colgaban grandes tejidos de colores. el aroma a incienso deambulaba el aire y me hacia dar arcadas.

-son gitanos?- pregunte.

-solo Romane, yo la cuido y adapte sus costumbres, sus creencias son las mías, las respeto mucho-

-debe extrañar viajar de un lado a otro- comente recordando que en verano siempre los gitanos emigraban a Claridem.

-no lo creo, la encontré camino a Dollas la ciudad del norte estaba herida y embarazada, bueno de los gemelos-

-te dije que no quería ayuda- dijo una voz desde la escalera. -saca a esa oportunista de esta casa-

levante mi mirada y la observe, era una mujer joven, de cabellos negros y ojos marrones, al jusgar sus ojeras no había dormido mucho y sus ojos delataban su enorme tristeza.

una mujer triste y desdichada era reconocible.

-solo quiere ayudar- dijo la mujer en mi defensa

-donde fue la ultima vez que los vio?- pregunte al aire, esperando que la madre me respondiera.

-en su propia cuna, en el segundo piso- dijo la mujer -necesita verlo?-

-si me lo permite- dije sin quitar los ojos de Romane.

la mujer me guío por las escaleras, romane se nos adelanto y entro en una habitación cerrando una cortina roja con gemas y conchas de mar.

-por aquí- dijo la mujer. por un segundo pensé que me guiaría ala misma habitación en la que había entrado Romane, pero seguimos de largo a la habitación y entramos por una que se mantenía acorde a lo que es la casa. una puerta de madera casi desbocada de sus bisagras sonó al abrirse.

la habitación era deprimente, toda madera que crugia a nuestros pies , las dos cunas estaban en un rincón, dándole a la habitación un poco de alegría.

-no hemos tocado nada, no entramos nunca en esta habitación, hoy fue la excepción por su presencia- dijo y camino directamente a las cunas.

-hace cuanto desaparecieron?- pregunte mirando a mi alrededor.

-una semana y media- dijo

mire ala ventana y decidí caminar hacia ella -espera!- me dijo deteniéndome en mitad de camino -no ha visto las cunas? hay manchas en sus ropas que me han quitado el sueño- la mire con curiosidad pero fije mi vista a la ventana ¿que oculta?.

-veamos- dije caminando a las cunas viendo como los músculos recogidos de su cuello se relajaban al instante.

ella tenia razón, la cuna tenia unas gotas de sangre, grandes y pequeñas pero en las almohadas habían moradas, marcas como si alguien se hubiera apoyado, con un poco de imaginación se podría ubicar dos manos en los extremos de esta.

- donde estaban cuando aproximadamente desaparecieron- pregunte mirándola desde el otro extremos de las cunas.

Romane llego caminando despacio hasta llegar a las cunas.

mi instinto me lo dijo "perfecto".

-Romane y yo recogíamos moras- dijo la mujer

me apoye descuidadamente sobre las cunas - moras?-

Romane me miro con repulsión en cambio la mujer se apoyo tan descuidadamente de las cunas como yo.

-si usted no lo sabia en Kallest tenemos las Fresas de nieve, salen solo en invierno.

-interesante no lo sabia- comente como si nada, pero la verdad es que las fresas de nueve eran mis favoritas. despreocupada mente pase a llevar la almohada de la cuna, la manchada de morado.

Romane suspiro fuerte -por favor no mueva nada!- dijo

la mujer la miro con ojos que querían degollarla

-si tiene un poco de respeto por mi.. digo nuestra agonía le pido que no mueva nada de esta habitación-

aparte mis manos de la cuna de inmediato -tranquila Dalia, solo son supersticiones de gitanos, creen que los muertos aun están donde murieron-

mire a Romane quien se iba casi llorando y tome la decisión de irme.

La mujer, quien me comentaba que se llamaba Laura y que vivía en Killest desde hace un año me guío hasta la puerta.

-espero que no se ofenda por las cosas que dice Romane- dijo Laura.

-no debería sentirme ofendida- dije añadiendo antes de que me cerrara la puerta -ambas sabemos que usted adopto sus costumbres debe ser fiel a esas creencias y yo las respeto-

Laura me miro, espere el momento en que ella me dijera algo, alguna escusa por no creer y tomar en menos las ideologías de Romane cuando ella me dijo lo contrario, pero solo callo y cerro la puerta tan rápido que el "adiós " quedo en mis labios.

aun de pie en la puerta mire hacia arriba, la ventana por donde Laura había salido a mirarme.

intente crearme un mapa de la casa pero no logre distinguir si aquella ventana pertenecía a la del cuarto de los gemelos. si era así, Laura mintió de no haber pisado la habitación hasta que entro conmigo, ambas estaban ahí cuando salio Laura a recibirme.

el Aullido de Losh me desato de los pensamientos recordé las miles de veces en que el aullido fue mi ayuda.

Losh me buscaría al tercer aullido si es que no había llegado antes de estos ,no quería preocuparlo pero no podía irme con la cabeza trabajando.

mire nuevamente hacia la ventana, rodee la casa lentamente, detrás de esta estaban las moras. tome una y la eche en mi boca, el sabor me devolvió hasta willy pero elimine la hermosa experiencia al mirar hacia el tejado, había una escalera que daba a un pequeño trozo de tejado que rodeaba la casa hasta la ventana de enfrente.

sin pensarlo dos veces subí y rodee la casa hasta la ventana, mirando la cerradura la abrí con un par de golpecitos y entre.

estaba en lo cierto, daba a la habitación de los gemelos.


Segundo aullido.
losh se preocupara y me regañara, lo sabia.

mire nuevamente la ventana, la cortina tenia manchas moradas.

una de las dos debió haber sido, el jugo de moras en las cortinas y las ropas de los bebes es suficiente. fui a la cuna de los bebes y rasgue trozos de tela.

“mi trabajo no es saber quien fue, sino buscar a los gemelos” me dije, recordando que un Caza recompensas no podía interponerse entre la ley, mi trabajo solo era la búsqueda de dinero.


llegue al campamento cuando ya no veía mis pies en el camino, la niebla ocultaba mi vista y no me quedo mas que quedarme quieta y esperar a que losh diera un ladrido y que me guiara a la carpa, entre enseguida con frío absoluto y Losh me cubrió con su calor.


-tu eres el "detective Narices" Losh, dime por donde vamos- dije.

losh se concentraba en el aroma del trozo de tela que sostenía frente a su nariz. -huele a moras- dijo

-si pero eso no nos lleva a nada-.

siguió olfateando, se detuvo, olfateo, se detuvo, estornudo y siguió olfateando.

-ya tienes algo?- pregunte con ansiedad.

-creo, sígueme-

Losh comenzó a caminar por toda la ciudad, caminamos por calles repletas de personas, llegamos a caminos desolados y campos con familias numerosas . Al cabo de una hora ya no estábamos en Killest sino que camino a Dollas.

el camino era tan seco y desértico como la ciudad de Killest.

-estas seguro que es por aquí? , me imaginaba algo mas clásico, debajo de la casa entre las tablas o enterrados en el jardín-

-es por aquí- dijo y comenzó a trotar hasta llegar a un oasis.

-aquí se pierde el aroma- dijo Losh apuntando su nariz al cielo - hay que buscar por aquí- se comenzó a rascar detrás de las orejas con sus patas traseras.

mire a mi alrededor y vi el oasis, estaba contaminado de mugre, mas que oasis parecía pantano.

-creo que fue el lugar perfecto- dije mirando el asquerosa agua.

-por suerte hemos traído nuestras cosas, tendrás que meterte en el fango pequeña- dijo losh

mire el agua -de acuerdo pero tendrás que llevarme hasta un lago a lavarme- el sonrío.

me quite mis botas y mis armaduras, quedando solo con mis pantalones cortados y una polera que corte para que me ocultara mis senos. me lance al agua insertándome en el fango hasta la cintura enseguida, Losh se río de mi. -ahora eres una ranita!-

comense mi oraciones de Maldiciones mientras luchaba para no hundirme mas en el fango.

mis pies sentían el fango grueso del fondo lo que me hacia pisar con firmeza y confianza, logre caminar entrando mas hasta que el fango verdoso llego a mi cuello.

-no entres mas, si no tocas el fondo no podrás volver a nadando!- grito losh.

-estas seguro que podemos hallarlo aquí?- pregunte otra vez, el aroma a lodo y especias muertas me daban nauseas

-el rastro se pierde aquí, el fango no me deja percibir donde exactamente-

mire a mi alrededor y pensé en lo peligroso que seria seguir a nado, además si alguien hubiera enterrado a los niños en el fango no debió haberlo echo tan profundo.

-deben de estar mas ala orilla- dije a Losh

-vuelve- dijo nervioso -escuche un crujido!-

comense a caminar forzándome en cada pisada, el fango me impedía ir rápido, entonces lo escucho, el crujido que losh con sus oídos caninos había percibido antes que yo.

el fango que creí seguro me traiciono y este cayo a algo profundo, me hundí al instante.

como pude nade hasta la superficie y encontré aire, losh ladraba preocupado. -estoy bien- dije.

-sal de ahí!!- grito Losh

moví mis piernas para nadar y algo extraño se aferro a mi pierna.

el fango me cubrió por completa, se lo que sea que se había aferrado a mi pierna era pesado y me llevaba al fondo que no conocía.

comencé a luchar por el espeso fango intentando volver a la superficie, sabia que si abría mis ojos el fango me dejaría ciega, así que no podía saber cuanto faltaba para mi salvación y el peso me llevaba mas abajo.

nunca se me había cruzado en mi mente el echo de morir, no es que me haya creído inmortal, solo que mis días y el echo de sobrevivir me parecían suficientes para no pensar en la muerte.

en mi mente vino la imagen de Willy, en sus sonrisas y mis mejores momentos junto a el. es nostálgico pensar en algo así ahora que dependía de un milagro.

me quede quieta, deje de luchar, el fango me oprimía y mi falta de oxigeno ya compensaba a secar el cerebro, deje de luchar y al parecer el fango se apiado de mi y dejo de presionarme.

morir en el fango era algo denigrante pero morir por una misión de solo $100.000? era algo que no me perdonaría.

lo que presionaba mi pie dejo de hacerlo lo moví pensando en que posiblemente había tocado fondo y podría amortiguarme y subir con fuerza. me moví tan ágilmente que mi cuerpo parecía estar volando, ya no estaba en fango y al instante abrí los ojos para recibir la luz que casi me dejaba ciega.

un Hada encerrada en una botella resplandecía en la oscuridad casi ya enterrada en arena.

ya no estaba en fango pero el agua era oscura, sin pensarlo fui por ella, la botella estaba cerrada y pensaba en no abrirla.

-ayúdame a salir y yo te ayudare a ti- me canto el hada.

con esfuerzo rompí el cuello de la botella y el hada salio de su encierro.

"ayúdame" pedí con la mirada pero esta me miro con desagrado.

-porque ayudarte debo yo, si solo eres una humana-

pensé unos segundos en silencio y el hada me miraba tratando de leer mis pensamientos.

"te he ayudado, me has dicho que me ayudarías, un Hada no miente y además.." busque el collar que desprendía de mi "tengo la gema Blanca!".

el hada abrió los ojos a no mas poder, sin pensarlo soplo en su mano una burbuja tan grande como para encerrarme en ella y caí al fondo con el peso que ella creo.

-donde has robado eso, mírame a los ojos humana, no creo que merezcas tal tesoro-

-me la ha dado un hada que salve en el bosque- dije respirando el oxigeno

-te subiré- propuso. -no- la detuve -ve arriba mi lobo estará esperándome, avísale que estoy bien y que buscare a los gemelos-

-que buscas entre la oscuridad del lodo?- dijo el hada

-soy una caza recompensas, una madre desdichada busca los cuerpos de sus hijos para que ellos y ella puedan descansar tranquilos-

el hada me miro, tenia unos ojos azules sin pupila, su piel era gris y sus alas amarillas que brillaban. un hada de fango en medio de la nada. ¿habrían mas aquí?

-el llanto de niños ha espantado a muchos de los mios-dijo escuchando mi pregunta -a los pies del árbol encontraras lo ansiado- el hada apunto hacia la izquierda.

-un árbol?- ella asintió con la cabeza. -el árbol y cenizas de el guarda el llanto de niños muertos-

el hada se acerco a mi y toco la Gema blanca -luz para tus ciegos ojos-

-gracias- dije mirando como la Gema resplandeció. tomando el valor y aire suficiente de la burbuja salí reventándola. vi como el hada nado con facilidad a la superficie esperando que realmente advirtiera a Losh y
nade hacia donde el hada me había señalado tratando de buscar un árbol antes de que se me fuera el aire.



fin capitulo 1.

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