En el siglo 18
imaginario la tecnología y la revolución industrial siguió otro
rumbo. Las maquinas a vapor y el carbón fueron creciendo aun mas,
las maquinas formaban parte de la vida del ser humano y estas eran
creadas de sus propias manos.
debido a que las
maquinas des empleaban a las personas, el vandalismo se vio como
buena opción pero también se dio la posibilidad de legalizar a los
caza recompensas que a pesar de ganarse mucho, no todos pasaban por
los exámenes de reclutamiento.
los Caza recompensas
llevaban siempre orgullosos consigo la medalla con las "CR"
grabados en oro y rodeados de dos pergaminos.
cuando querías buscar
trabajo, en distintas ciudades había un centro llamado "centro
CR" al entrar estaban los bancos donde se daba la recompensa en
dinero efectivo, la zona de encarcelamiento, la zona de objetos y el
"mural de cabezas" como se solía decir, ahí estaban los
nombres, una foto y la recompensa por lo que alguna persona desea
recuperar.
Mi nombre es Dalia,
tengo actualmente 17 años, a eso de los 10 años comencé con esta
carrera por la vida, solo que hace cuatro años atrás se había
legalizado.
soy huérfana, o por lo
menos eso es lo que se, me crió la persona mas importante que he
conocido, un mecánico inventor llamado "Willy el tuercas"
ya que siempre iba con su equipo de llaves inglesas y restos de
aceite en sus ropas. yo aprendí sus técnicas, el como reparar o
inventar cosas.
eramos pobres, el
alimento escaseaba y los trabajos también, al cumplir mis 10 años
la vida me dio una bofetada y tuve que madurar rápido. Willy debía
dinero, mucho para ser mas exactos a la realidad. un día golpearon
nuestra puerta, aquel hombre de ojos azules, cicatriz en su mejilla
derecha como si fuera el rastro de una sonrisa, si, lamentablemente
le recuerdo bien.
-willy? willy el
tuercas?- pregunto y su voz era tan ronca que aseguraría que parecía
provenir del infierno-
-si, soy yo- dijo Willy
con esa cara de viejo gordo y barbón.
-usted le debe a mi
señor, creo que se ha metido en un gran embrollo amigo- el hombre
dio un paso dentro de la casa, tubo que agacharse para entrar en la
puerta, era un gigante.
-lo se, pero piedad,
necesito mas tiempo- dijo ya sabiendo que era lo que se aproximaba.
recuerdo haber estado
detrás de la puerta que daba hacia el dormitorio, lo mire asustada y
el me lanzo una mirada para que me alejara.
-lo siento Willy, el
tiempo ha acabado- aquel hombre saco de su bolsillo un cuchillo con
mango violeta, lo que suelo recordarme la sangre de demonios.
willy ni siquiera
grito, vi el cuchillo entrar en su cuello y salir desde el otro lado,
la sangre salpico todo al ser retirada la cuchilla y aquel hombre se
marcho, dejándome sola, sin ninguna explicación lógica de porque
las personas mas buenas y amables morían.
ahora que estoy dejando
mi ciudad natal dudo si mis oportunidades como caza recompensas
serian mejores fuera.
-vamos Dalia, aquí ya
no queda nada- dijo mi amigo lamiendo mi mano.
-quedan recuerdos- le
dije
-los recuerdos están
en tu corazón, ¿no es lo que me dices siempre?-
le sonreí, Losh
siempre sabia hacerme volver a tierra, era mi mejor amigo y sin el
aseguro que soportar estos 7 años hubiera sido imposible.
cuando comencé a
buscar la forma de sobrevivir después de la muerte de Willy me
aventure al bosque, buscaba todos los días Bayas, raíces, frutas o
algún animal que pudiera casar para comer, gracias a eso me cree
armas que facilitaban mi trabajo y mi protección. un día escuche un
aullido lastimero, en cuanto corrí a buscar que había sido vi a Un
lobo cachorro que había sido presa de una trampa para osos. su
pierna derecha delantera se destrozo, al tratar de sacarlo lo calme
pero el dolor le era tan insoportable que se desmayo y eso facilito
mi trabajo, lo saque y con mis conocimientos pude crearle un implante
metálico con el tiempo se acostumbro y se volvió mi mejor amigo
dentro del bosque.
En ese tiempo ninguno
se entendía al otro, pero eso cambio cuando en el bosque hayamos
algo mágico.
un Hada estaba débil
sobre unas ramas de arboles, subí a rescatarla pensando que era oro,
en cuanto la sostuve en mi mano supe que era algo paranormal. nunca
creí en las Hadas, en los magos ni siquiera el cielo o el infierno,
pero al verla todas esas negaciones desaparecieron y comense a creer
en que el mundo era
desconocido.
ayudamos a recuperarla,
la alimentábamos con lo que ella nos decía que debía comer, la
ayudamos a reparar sus alas y ella estuvo realmente agradecida.
nos dio unas extrañas
gemas blancas, nos dijo que mientras las lleváramos puestas
podríamos oírnos y entendernos.
Losh y yo hablamos como
si nada, o por lo menos yo
quien no me avergüenzo
de hablarle, es mi amigo y ambos cazamos por recompensas
-ya no nos queda nada
Dalia- me volvió a recordar Loch haciéndome volver a tierra
-lo se- gruñí, odiaba
mostrar tristeza -vamos, la siguiente ciudad esta a 5 horas-
nos fuimos de
"Cleridem" de noche, llevaba mi mochila llena de
privaciones de comida y los bolsos que Losh cargaba en los costados
de su lomo llevaban nuestra carpa, frazadas y plantas medicinales.
mis armas estaban en
sus fundas, preparada para atacar al primer ladrón que intentara
asaltarnos, eran 4 cuchillas que sobresalían de mis muñecas hasta
bajo mi codo, otras desde mi tobillo hasta mi rodilla, tan ocultas
por unas bandas de cuero que nadie diría "mu" al darse
cuenta.
-En cuanto lleguemos
quiero un filete de buey- comento Losh rompiendo el silencio de
nuestro camino.
-siempre pensando en
comer- alegue
-si, pero si no fuera
por lo que como no seria dos metros mas grande que tu, bueno
cualquiera es mas grande que tu-
me detuve y lo golpe en
la cabeza -no soy pequeña!!-
el río sacudiendo su
cabeza.
volvimos al silencio,
la luna llena alumbraba nuestro camino, a la lejanía se veía el
humo del vapor de la locomotora, me lleno de nostalgia como los pinos
se iban desvaneciendo con la neblina que comenzaba a bajar. me
recordaba como estaba mi futuro impreso en esa visión nocturna,
miraba hace unos segundos el bosque de pinos, mi objetivo de mi
viaje, en cuanto la neblina decidió bajar se nublo todo, mi vista y
mi decisión de seguir ¿era buena idea? nunca había salido de
Cleridem, no sabia que habría mas allá de aquellos pinos y temía
que todo lo que planeaba se fuera de mis planes.
-estas segura?-
pregunto Losh
-de que?-
-de querer malgastar tu
vida por una venganza?-
guarde silencio, jamas
comprenderé como Losh sabia lo que pensaba
-si te sirve de
consuelo, detrás de esos pinos hay un mundo que sera nuestro, te lo
aseguro-
-por que tan seguro?-
pregunte
-porque soy el rey! soy
perfecto y en cuanto encuentre la forma de volverme humano gobernare
el mundo y tu, querida seras mi ayudante-
-a, ¿acaso no valgo
para gobernar a tu lado?- pregunte indignada
- no, no te sabes
controlar, además nadie soporta tu mal humor-
-mal humor?!- lo golpe
otra vez
-vez de que hablo?-
siempre haces lo mismo! algún día te morderé la mano-
-ni te atrevas- le
advertí y el río otra vez.
-me encanta cuando te
enfadas- dijo de la nada.
vi como una nube de
vapor salia de su nariz y me di cuenta que estábamos rodeados por
las nubes.
nos detuvimos al mismo
tiempo -es mejor acampar- dije y el asintió con la cabeza.
en unos cuantos
segundos la carpa estaba armada, entramos dentro, ordenamos los
bolsos. Losh se recostó y yo me acomode en su abdomen, acariciando
su suave pelaje blanco, pronto se quedo dormido y por fin al oír su
respiración calmada pude dormir yo.
jamas me gusto la
sensación de que alguien que pueda estar cansado se esforzara mas
que yo. siempre hacia dormir a Losh desde que era un cachorro.
esa noche helada la
pase junto al cálido cuerpo de un lobo y nuestra caminata al día
siguiente fue el camino mas fácil hasta la ciudad de "kallest".
Capitulo 1 : "los Gemelos perdidos"
-esta ciudad es algo
aburrida- comento Losh mientras caminábamos por las calles de
Killest, la gente nos miraba asustada, otras nos abrían el paso y
otras mas aterradas huían de nuestra presencia.
-no es muy diferente de
Cleridem- respondí, mas que nada refiriéndome a los principios de
esta, cuando tubo que adaptarse a Losh, un lobo no era bien recibido
en las calles de una ciudad.
-vamos a un centro CR
antes de que saquen lanzas y me ataquen-dijo losh y se detuvo a mi
lado.
no me gustaba montarlo,
me hacia ver vulnerable y pequeña, pero al ver que algunos hombres
venían por nosotros preparando sus lanzas me monte al lomo de Losh y
este corrió por la calle.
la gente a nuestro
alrededor nos miraba y nos gritaba maldiciones.
al cabo de una hora
eramos prófugos, la gente nos seguía con palas o rastrillos.
-al parecer no somos
bienvenidos- dijo Losh ya corriendo con la lengua afuera.
-busquemos el centro CR
ahí estaremos a salvo.-
de entre las personas
de la calle principal me llego una piedra al antebrazo abriendo mi
cuchilla y siendo impulsada hacia afuera.
-Losh busca una calle
mas pequeña!- le ordene y el lobo corrió mirando ambos lados.
las piedras me llegaron
innumerables veces en mi espalda, las sentía revotar en mis armadura
de plomo que me hice antes de salir de Claridem.
Losh dio la vuelta
rápidamente hacia la derecha y salto un puesto de mercadería
rompiendo todo al impulsarse con sus piernas traseras.
la multitud se airó
mas pero no nos siguieron, un gran disparo se escucho en el aire y el
silencio gobernó la zona.
-si son aliados no
corran!- grito un hombre.
-detente losh- dije
-estas loca? y si es
una trampa?- pregunto deteniéndose pero listo para volver a dar su
carrera.
soy el guardador de paz
de killest, no quiero hacerles daño al menos que se coloquen
agresivos!- volvió a gritar.
-vamos losh, es un
guardador de la paz, si vamos con el le explicaremos la situación-
losh me dirigió una
mirada de desconfianza pero comenzó a caminar lentamente devuelta a
la calle principal.
la gente volvió a
darnos espacio, un hombre a caballo nos esperaba, era viejo, su barba
estaba rasurada pero los vellos bancos le hacían notar que estaba
ahí, nos acercamos con la cabeza agachada hasta llegar frente a el.
-somos Cazadores de
Recompensas, simples Cazadores que decidieron probar suerte en otra
ciudad- dije al mirarlo.
-ha si?, no eres muy
pequeña para serlo?-
losh rio, pero nadie
mas que yo pudo oírlo, lo golpe en las costillas con mi bota.
-mi edad no muestra mi
falta de capacidad- dije
-muéstrame tu placa-
dijo
-saque de mi bolsillo
la placa de oro y la alce hacia el Guardador de la paz
-pudiste haberla
falsificado- me dice y el caballo muestra el mismo enfado que el
hombre refregando sus patas en el suelo de tierra.
-estaba buscando un
Centro CR, si nos dirige ahí, vera mi titulo de inscripción-
asegure.
el hombre dudo por unos
segundos -vamos, frente a mi -
Losh comenzó a caminar
frente al caballo
-eso estuvo cerca- dije
con un alivio
-eso creo, el hombre a
caballo impulsa inseguridad y miedo su aroma apesta- dijo losh
-al llegar al centro CR
buscaremos trabajo y alquilaremos una habitación te parece?- le
comente
-nos costara pero lo
tendré de objetivo-
el hombre grito "a
la derecha" y Losh doblo
-te has dado cuenta
losh?- le pregunte al comenzar a mirar la zona a nuestro alrededor.
-las calles son de
tierra, esta ciudad en si es pobre, no lo crees?-
-así veo... ¿crees
que nos ira bien aquí?-
lo dude profundamente
-señor, aqui hay mas
CR?- pregunte y el hombre me miro
-no muchos, siempre que
vienen encuentran que las cabezas y recompensas no son para sus altos
atributos- suspiro dándose un aire- son los primeros CR que llegan
este año, y eso que estamos a finales de este-
-ya nos afirma CR- dijo
Losh
yo asentí dándole la
razón
llegamos al Centro de
la CR, me baje de Losh y nos disponíamos
a entrar juntos.
-no amarraras a tu
lobo?- me pregunto el Guardián bajando se su caballo.
-sabe comportarse- le
asegure
-si entras ahí con él
armaras otro jaleo, la gente odia los lobos aunque sean amaestrados.
losh gruño, no le
gustaba que le dijeran "amaestrado".
- quédate aquí losh,
arreglare este asunto y buscare un trabajo-
El guardián me hizo
entrar a mi primero y me guío al centro de información de
inmediato.
-hola jeff, que te trae
a esta pocilga- pregunto el informante
-esta niña asegura ser
CR, lleva una placa pero no se si sea real-
-así que una niña-
dijo el informante interesado, se acerco a mi y su pestilente sudor
me hizo revolverme el estomago.
-mi identificación es
77.3.2- dije tratando de no respirar
el hombre sonrío con
unos dientes negros y amarillentos - lo buscare- dijo y nos dio la
espalda para buscar en una pared con letras mi numero.
tras buscar y buscar
palpando con su dedo las letras aseguro haberlo encontrado.
-eres Dalia Holson,
hija de Willy Holson nació en Claridem,- se dio vuelta para mirarme-
eres Hija de Willy el tuercas?- pregunto
el escuchar su nombre
me dio una punzada en el pecho.
-si- le respondí
el hombre río
exageradamente -pensaba que ese tipo moriría solo, y dime como es
que ha dejado salir a una lindura como tu a aventurarse?-
-lo asesinaron hace 7
años- dije y incluso encontré dura mis propias palabras.
el hombre borro su
sonrisa -oh, es una lastima...-
-tema superado, no
quiero lastimas ni condolencias-
-eso me hace
recordarlo, nunca admitiendo ni queriendo pedir ayuda, los Holson son
unos putos Orgullosos- dijo y su horrible sonrisa reapareció.
-bien, ya puede irse
Señor Jeff- le dije y el hombre asintió.
-no te metas en
problemas jovencita, estaré vigilando a tu lobo-
Apenas Jeff se fue fui
al mural de cabezas y note la realidad de la ciudad. "un
cachorro perdido $2" “una mujer perdió su collar $1" la
mayoría eran objetos perdidos.
-el mural no es como en
Claridem ¿verdad?- pregunto el hombre
-solo hay cosas
perdidas- dije
-este no lo he colgado
pero tal vez te interese -me dijo entregando un cartel con la foto de
dos niños iguales.
-me lo trajeron hoy en
la mañana, es una triste noticia-
mire otra vez la imagen
de los dos niños sonrientes en la foto y bajo de ellos estaba la
recompensa "$100.000" -esta bien para empezar- dije aun que
no muy conforme.
salí del centro y Losh
me esperaba sentado junto a la puerta. -conseguiste algo?- pregunto
le mostré la hoja -lo
mejor que pude encontrar, esta ciudad no solo es pobre es falta de
trabajos para nosotros-
-entonces deberíamos
irnos- comento Losh
-no, si seguimos no
tendremos dinero para llegar a la otra ciudad-
comenzamos a caminar,
la tarde nos golpeo y ya comenzaba a oscurecer.
-sera mejor que
acampemos- me dijo losh -ya comenzaremos con el trabajo mañana-
mientras armaba la
carpa losh había salido a dar su vuelta nocturna, siempre hacia lo
mismo, se aseguraba que a nuestro alrededor no hubiera nada que
podría hacernos daño, en cuanto volvió, llego mojado y se sacudió
el agua frente a mi-
-idiota por que me
mojas!?- hay un río mas allá, se amable conmigo y toma-
me entrego una de
nuestras canastas con 4 salmones.
hicimos un fuego, no
era problema ya que estábamos fuera de la ciudad. cocinamos nuestros
salmones y nos sentamos a comer frente al fuego.
-Losh el único lobo
que come pescado cosido- reí
-que tenga mejor
paladar que otros es lo que me diferencia- dijo y ya su insignia de
orgullo resplandecía en su peludo pecho.
- por donde piensas
comenzar a buscar a los críos?- pregunto Losh
-empezar por la madre,
esta claro no? en momentos así debe de saber donde fue el ultimo
lugar donde los vio-
-deberíamos ir a los
bares, son una fuente de información muy buena-
Losh tenia razón pero
algo me decía que resultaría difícil ya que aparento tener menos
que 17.
nos quedamos junto a la
hoguera hasta que esta se apago sola mirando las estrellas sin decir
nada por largo rato.
-si me perdiera me
buscarías?- me pregunto Losh
-nunca te perderías
losh- reí
-pero y si me
secuestran?-
-quien te querría
secuestrar? das miedo a todos- volví a reír y esta vez lo mire,
estaba serio.
- hablo en serio, si ya
no estuviera a tu lado, me buscarías? -
quede pasmada, no por
la pregunta si no de quien provenía.
-claro que si Losh-
dije
-enserio?-
-si, somos amigos y yo
jamas te dejaría solo si necesitaras mi ayuda-
sus ojos sonrieron y
movió la cola agitada mente.
se levanto y se estiro
bostezando- es mejor ir a dormir- dijo y ambos entramos en a carpa.
el día siguiente
preguntamos en los bares, en los almacenes y en algunas casas hasta
dar con la madre de los gemelos.
por motivos de que las
personas temían a losh decidimos que el volvería a la carpa a
esperarme, así que tome mi mas firme valor y astucia para
enfrentarme a alguien que posiblemente no estaba dispuesta a ayudar.
camine a la casa echa
de madera vieja, golpee la puerta y espere que alguien abriera.
-si?- dijo una voz
me di un paso atrás y
mire hacia el segundo piso, una mujer me miraba desde una ventana.
-busco a Romane- dije
recordando el nombre de la madre de los gemelos
-no queremos visitas!-
se escucho la voz desde adentro de la casa.
-lo siento- dijo la
mujer de la ventana,-entenderá lo complicado que esta todo-
he visto el cartel en
el centro CR, solo quiero ayudar- dije mostrando el cartel
desplegado.
la mujer entro y luego
salio por la puerta.
-valla, una Caza
Recompensas?- pregunto nerviosa arreglándose el cabello que tenia
desparramado
-mi nombre es Dalia
Holson- mostré mi placa y la guarde.
-no eres muy pequeña
para un trabajo de hombres?- pregunto la mujer tras el hacerme pasar
a la casa.
-mi edad y mi genero no
muestra mi falta de capacidad- dije
La casa era realmente
pobre, pero las divisiones eran por cortinas, el suelo estaba
alfombrado y de las paredes colgaban grandes tejidos de colores. el
aroma a incienso deambulaba el aire y me hacia dar arcadas.
-son gitanos?-
pregunte.
-solo Romane, yo la
cuido y adapte sus costumbres, sus creencias son las mías, las
respeto mucho-
-debe extrañar viajar
de un lado a otro- comente recordando que en verano siempre los
gitanos emigraban a Claridem.
-no lo creo, la
encontré camino a Dollas la ciudad del norte estaba herida y
embarazada, bueno de los gemelos-
-te dije que no quería
ayuda- dijo una voz desde la escalera. -saca a esa oportunista de
esta casa-
levante mi mirada y la
observe, era una mujer joven, de cabellos negros y ojos marrones, al
jusgar sus ojeras no había dormido mucho y sus ojos delataban su
enorme tristeza.
una mujer triste y
desdichada era reconocible.
-solo quiere ayudar-
dijo la mujer en mi defensa
-donde fue la ultima
vez que los vio?- pregunte al aire, esperando que la madre me
respondiera.
-en su propia cuna, en
el segundo piso- dijo la mujer -necesita verlo?-
-si me lo permite- dije
sin quitar los ojos de Romane.
la mujer me guío por
las escaleras, romane se nos adelanto y entro en una habitación
cerrando una cortina roja con gemas y conchas de mar.
-por aquí- dijo la
mujer. por un segundo pensé que me guiaría ala misma habitación en
la que había entrado Romane, pero seguimos de largo a la habitación
y entramos por una que se mantenía acorde a lo que es la casa. una
puerta de madera casi desbocada de sus bisagras sonó al abrirse.
la habitación era
deprimente, toda madera que crugia a nuestros pies , las dos cunas
estaban en un rincón, dándole a la habitación un poco de alegría.
-no hemos tocado nada,
no entramos nunca en esta habitación, hoy fue la excepción por su
presencia- dijo y camino directamente a las cunas.
-hace cuanto
desaparecieron?- pregunte mirando a mi alrededor.
-una semana y media-
dijo
mire ala ventana y
decidí caminar hacia ella -espera!- me dijo deteniéndome en mitad
de camino -no ha visto las cunas? hay manchas en sus ropas que me han
quitado el sueño- la mire con curiosidad pero fije mi vista a la
ventana ¿que oculta?.
-veamos- dije caminando
a las cunas viendo como los músculos recogidos de su cuello se
relajaban al instante.
ella tenia razón, la
cuna tenia unas gotas de sangre, grandes y pequeñas pero en las
almohadas habían moradas, marcas como si alguien se hubiera apoyado,
con un poco de imaginación se podría ubicar dos manos en los
extremos de esta.
- donde estaban cuando
aproximadamente desaparecieron- pregunte mirándola desde el otro
extremos de las cunas.
Romane llego caminando
despacio hasta llegar a las cunas.
mi instinto me lo dijo
"perfecto".
-Romane y yo recogíamos
moras- dijo la mujer
me apoye
descuidadamente sobre las cunas - moras?-
Romane me miro con
repulsión en cambio la mujer se apoyo tan descuidadamente de las
cunas como yo.
-si usted no lo sabia
en Kallest tenemos las Fresas de nieve, salen solo en invierno.
-interesante no lo
sabia- comente como si nada, pero la verdad es que las fresas de
nueve eran mis favoritas. despreocupada mente pase a llevar la
almohada de la cuna, la manchada de morado.
Romane suspiro fuerte
-por favor no mueva nada!- dijo
la mujer la miro con
ojos que querían degollarla
-si tiene un poco de
respeto por mi.. digo nuestra agonía le pido que no mueva nada de
esta habitación-
aparte mis manos de la
cuna de inmediato -tranquila Dalia, solo son supersticiones de
gitanos, creen que los muertos aun están donde murieron-
mire a Romane quien se
iba casi llorando y tome la decisión de irme.
La mujer, quien me
comentaba que se llamaba Laura y que vivía en Killest desde hace un
año me guío hasta la puerta.
-espero que no se
ofenda por las cosas que dice Romane- dijo Laura.
-no debería sentirme
ofendida- dije añadiendo antes de que me cerrara la puerta -ambas
sabemos que usted adopto sus costumbres debe ser fiel a esas
creencias y yo las respeto-
Laura me miro, espere
el momento en que ella me dijera algo, alguna escusa por no creer y
tomar en menos las ideologías de Romane cuando ella me dijo lo
contrario, pero solo callo y cerro la puerta tan rápido que el
"adiós " quedo en mis labios.
aun de pie en la puerta
mire hacia arriba, la ventana por donde Laura había salido a
mirarme.
intente crearme un mapa
de la casa pero no logre distinguir si aquella ventana pertenecía a
la del cuarto de los gemelos. si era así, Laura mintió de no haber
pisado la habitación hasta que entro conmigo, ambas estaban ahí
cuando salio Laura a recibirme.
el Aullido de Losh me
desato de los pensamientos recordé las miles de veces en que el
aullido fue mi ayuda.
Losh me buscaría al
tercer aullido si es que no había llegado antes de estos ,no quería
preocuparlo pero no podía irme con la cabeza trabajando.
mire nuevamente hacia
la ventana, rodee la casa lentamente, detrás de esta estaban las
moras. tome una y la eche en mi boca, el sabor me devolvió hasta
willy pero elimine la hermosa experiencia al mirar hacia el tejado,
había una escalera que daba a un pequeño trozo de tejado que
rodeaba la casa hasta la ventana de enfrente.
sin pensarlo dos veces
subí y rodee la casa hasta la ventana, mirando la cerradura la abrí
con un par de golpecitos y entre.
estaba en lo cierto,
daba a la habitación de los gemelos.
Segundo aullido.
losh se preocupara y
me regañara, lo sabia.
mire nuevamente la
ventana, la cortina tenia manchas moradas.
una de las dos debió
haber sido, el jugo de moras en las cortinas y las ropas de los bebes
es suficiente. fui a la cuna de los bebes y rasgue trozos de tela.
“mi trabajo no es
saber quien fue, sino buscar a los gemelos” me dije, recordando que
un Caza recompensas no podía interponerse entre la ley, mi trabajo
solo era la búsqueda de dinero.
llegue al campamento
cuando ya no veía mis pies en el camino, la niebla ocultaba mi vista
y no me quedo mas que quedarme quieta y esperar a que losh diera un
ladrido y que me guiara a la carpa, entre enseguida con frío
absoluto y Losh me cubrió con su calor.
-tu eres el "detective
Narices" Losh, dime por donde vamos- dije.
losh se concentraba en
el aroma del trozo de tela que sostenía frente a su nariz. -huele a
moras- dijo
-si pero eso no nos
lleva a nada-.
siguió olfateando, se
detuvo, olfateo, se detuvo, estornudo y siguió olfateando.
-ya tienes algo?-
pregunte con ansiedad.
-creo, sígueme-
Losh comenzó a caminar
por toda la ciudad, caminamos por calles repletas de personas,
llegamos a caminos desolados y campos con familias numerosas . Al
cabo de una hora ya no estábamos en Killest sino que camino a
Dollas.
el camino era tan seco
y desértico como la ciudad de Killest.
-estas seguro que es
por aquí? , me imaginaba algo mas clásico, debajo de la casa entre
las tablas o enterrados en el jardín-
-es por aquí- dijo y
comenzó a trotar hasta llegar a un oasis.
-aquí se pierde el
aroma- dijo Losh apuntando su nariz al cielo - hay que buscar por
aquí- se comenzó a rascar detrás de las orejas con sus patas
traseras.
mire a mi alrededor y
vi el oasis, estaba contaminado de mugre, mas que oasis parecía
pantano.
-creo que fue el lugar
perfecto- dije mirando el asquerosa agua.
-por suerte hemos
traído nuestras cosas, tendrás que meterte en el fango pequeña-
dijo losh
mire el agua -de
acuerdo pero tendrás que llevarme hasta un lago a lavarme- el
sonrío.
me quite mis botas y
mis armaduras, quedando solo con mis pantalones cortados y una polera
que corte para que me ocultara mis senos. me lance al agua
insertándome en el fango hasta la cintura enseguida, Losh se río
de mi. -ahora eres una ranita!-
comense mi oraciones de
Maldiciones mientras luchaba para no hundirme mas en el fango.
mis pies sentían el
fango grueso del fondo lo que me hacia pisar con firmeza y confianza,
logre caminar entrando mas hasta que el fango verdoso llego a mi
cuello.
-no entres mas, si no
tocas el fondo no podrás volver a nadando!- grito losh.
-estas seguro que
podemos hallarlo aquí?- pregunte otra vez, el aroma a lodo y
especias muertas me daban nauseas
-el rastro se pierde
aquí, el fango no me deja percibir donde exactamente-
mire a mi alrededor y
pensé en lo peligroso que seria seguir a nado, además si alguien
hubiera enterrado a los niños en el fango no debió haberlo echo tan
profundo.
-deben de estar mas ala
orilla- dije a Losh
-vuelve- dijo nervioso
-escuche un crujido!-
comense a caminar
forzándome en cada pisada, el fango me impedía ir rápido, entonces
lo escucho, el crujido que losh con sus oídos caninos había
percibido antes que yo.
el fango que creí
seguro me traiciono y este cayo a algo profundo, me hundí al
instante.
como pude nade hasta la
superficie y encontré aire, losh ladraba preocupado. -estoy bien-
dije.
-sal de ahí!!- grito
Losh
moví mis piernas para
nadar y algo extraño se aferro a mi pierna.
el fango me cubrió por
completa, se lo que sea que se había aferrado a mi pierna era pesado
y me llevaba al fondo que no conocía.
comencé a luchar por
el espeso fango intentando volver a la superficie, sabia que si abría
mis ojos el fango me dejaría ciega, así que no podía saber cuanto
faltaba para mi salvación y el peso me llevaba mas abajo.
nunca se me había
cruzado en mi mente el echo de morir, no es que me haya creído
inmortal, solo que mis días y el echo de sobrevivir me parecían
suficientes para no pensar en la muerte.
en mi mente vino la
imagen de Willy, en sus sonrisas y mis mejores momentos junto a el.
es nostálgico pensar en algo así ahora que dependía de un milagro.
me quede quieta, deje
de luchar, el fango me oprimía y mi falta de oxigeno ya compensaba a
secar el cerebro, deje de luchar y al parecer el fango se apiado de
mi y dejo de presionarme.
morir en el fango era
algo denigrante pero morir por una misión de solo $100.000? era algo
que no me perdonaría.
lo que presionaba mi
pie dejo de hacerlo lo moví pensando en que posiblemente había
tocado fondo y podría amortiguarme y subir con fuerza. me moví tan
ágilmente que mi cuerpo parecía estar volando, ya no estaba en
fango y al instante abrí los ojos para recibir la luz que casi me
dejaba ciega.
un Hada encerrada en
una botella resplandecía en la oscuridad casi ya enterrada en arena.
ya no estaba en fango
pero el agua era oscura, sin pensarlo fui por ella, la botella estaba
cerrada y pensaba en no abrirla.
-ayúdame a salir y yo
te ayudare a ti- me canto el hada.
con esfuerzo rompí el
cuello de la botella y el hada salio de su encierro.
"ayúdame"
pedí con la mirada pero esta me miro con desagrado.
-porque ayudarte debo
yo, si solo eres una humana-
pensé unos segundos en
silencio y el hada me miraba tratando de leer mis pensamientos.
"te he ayudado, me
has dicho que me ayudarías, un Hada no miente y además.."
busque el collar que desprendía de mi "tengo la gema Blanca!".
el hada abrió los
ojos a no mas poder, sin pensarlo soplo en su mano una burbuja tan
grande como para encerrarme en ella y caí al fondo con el peso que
ella creo.
-donde has robado eso,
mírame a los ojos humana, no creo que merezcas tal tesoro-
-me la ha dado un hada
que salve en el bosque- dije respirando el oxigeno
-te subiré- propuso.
-no- la detuve -ve arriba mi lobo estará esperándome, avísale que
estoy bien y que buscare a los gemelos-
-que buscas entre la
oscuridad del lodo?- dijo el hada
-soy una caza
recompensas, una madre desdichada busca los cuerpos de sus hijos para
que ellos y ella puedan descansar tranquilos-
el hada me miro, tenia
unos ojos azules sin pupila, su piel era gris y sus alas amarillas
que brillaban. un hada de fango en medio de la nada. ¿habrían mas
aquí?
-el llanto de niños ha
espantado a muchos de los mios-dijo escuchando mi pregunta -a los
pies del árbol encontraras lo ansiado- el hada apunto hacia la
izquierda.
-un árbol?- ella
asintió con la cabeza. -el árbol y cenizas de el guarda el llanto
de niños muertos-
el hada se acerco a mi
y toco la Gema blanca -luz para tus ciegos ojos-
-gracias- dije mirando
como la Gema resplandeció. tomando el valor y aire suficiente de la
burbuja salí reventándola. vi como el hada nado con facilidad a la
superficie esperando que realmente advirtiera a Losh y
nade hacia donde el
hada me había señalado tratando de buscar un árbol antes de que se
me fuera el aire.
fin capitulo 1.
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